Bernardo Daniel Rojas Flores
28 de enero del 2012
México es una entidad política que nació en el siglo XIX. Desde su conformación como Estado Federal, el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos, aunque la Constitución de 1824 usaba indistintamente las expresiones Nación Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. La Constitución de 1857 hace oficial el uso del nombre República Mexicana, pero en el texto se emplea también la expresión Estados Unidos Mexicanos. La Constitución vigente, promulgada en 1917, establece que el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos. La unión de tales estados y la creación de la federación, lo que conlleva a obligaciones y derechos; por decirlo llanamente, todos juntos pero no revueltos.
Sin embargo hay obligaciones nacionales, que es importante mantener y fortalecer para el avance de nuestra nación, están directrices, son leyes puntuales, comprendidas y aceptadas que nos dan esta calificación de Republica.
Pero no son las leyes establecidas, respaldadas por un marco jurídico serio y formal sino las leyes de facto, las que perturban los causes nacionales. Como aquella que dice que la educación debe ser extremadamente pobre en calidad y en oferta ante la demanda de la sociedad. Para muestra un botón; en estudios realizados recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se evidencia la deficiente educación en México. Según el programa de para la Evaluación Internacional de Alumnos PISA (por sus siglas en ingles) Dos de cada cinco estudiantes mexicanos de 15 años (39%) se ubica en los niveles inferiores de desempeño (1a y 1b por debajo de 1), éstos jóvenes poseen competencias lectoras insuficientes para aprender y participar de forma eficaz y productiva en situaciones de la vida real. En tanto, 55% de los alumnos mexicanos se coloca en los niveles 2 y 3, lo que refleja que poseen competencias mínimas para comprender, emplear y reflexionar lo que leen y usarlo en situaciones reales. Sólo 6% de los jóvenes mexicanos de 15 años se ubican en los niveles más altos de desempeño en lectura. La conclusión es clara, 95% de los estudiantes tienen competencias insuficientes o mínimas.
Particularizando, en el estado de Veracruz según los datos arrojados por el Gobierno Federal a través la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) que realiza la Secretaria de Educación Pública, nos demuestra que los datos no son diferentes, el porcentaje de alumnos de nivel secundaria en el Estado que tienen un nivel de comprensión y conocimiento insuficiente o elemental en las ramas de Matemáticas, Español y Geografía es de 82.8%, 82.7% y 67 % respectivamente. Si este dato pudiera entrar en polémica por el argumento de que algunos planteles en zonas marginadas en derivación de su situación histórica bajan el promedio de los niveles de aprovechamiento, tendríamos que agregarle que en una muestra de 3117 instituciones a lo largo del Estado con una escala que va desde muy bajo a muy alto, en su grado de marginación, el 87% de las instituciones tienen en sus matriculas alumnos con niveles insuficientes o elementales de conocimiento en estas áreas. 8 de cada 10 alumnos están reprobados y 9 de cada 10 instituciones tienen estos alumnos, donde la calidad de la enseñanza que se ofrece, queda en entredicho.
Hace años, era ofensivo oír decir que quienes eran egresados de instituciones veracruzanas, al aplicar en para la obtención de trabajos en el centro o el norte del país, sus solicitudes eran desechadas de inmediato, ya que sabían al bajo nivel de preparación que les respaldaba.
Los programas vigentes para el mejoramiento de la educación, pareciera que condenan a las generaciones que comprenden niños y adolescentes de 4 a los 15 años de edad, que en este momento habitan Veracruz y que no estén en el 11% de las instituciones públicas o privadas que en la entidad, tienen una oferta educativa con grado óptimo según los estándares internacionales actuales y los índices nacionales deseados.
Beatriz Pont, analista de educación de la OCDE, manifestó que la mejor alternativa para que un país como México salga de la crisis es “invertir en educación y en el desarrollo de las capacidades de su población” para enfrentar de mejor manera los problemas de desempleo. “Se está generando un desempleo muy grande y éste toca a la gente con bajos niveles educativos y eso genera problemas y tensiones de cohesión social” que hay que tratar.
Se forma un círculo vicioso: si no hay educación no hay gente preparada, no hay conciencia política ni ciudadana, la población es más propensa a la delincuencia. Si a esto se le agrega las pocas oportunidades de empleo, existe migración y más delincuencia. ¿Cómo subsanar dichos problemas? Rousseau, Montesquieu y los ilustrados dirían que mediante la educación, de esta forma la sociedad avanzaría en su conjunto, sin olvidar apoyar a la cultura y tener fe en ésta. Aristóteles complementaría: “educación universal para democracia universal”. Y a la historia nacional tendríamos que referir: ¿Acaso no Lázaro Cárdenas creó el Instituto Politécnico Nacional para formar a técnicos que ayudaran a los problemas nacionales; como por ejemplo, el desarrollo de la industria petrolera?
Pitágoras dijo, “Eduquen a los niños y no será necesario castigar a los hombres”
28 de enero del 2012
México es una entidad política que nació en el siglo XIX. Desde su conformación como Estado Federal, el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos, aunque la Constitución de 1824 usaba indistintamente las expresiones Nación Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. La Constitución de 1857 hace oficial el uso del nombre República Mexicana, pero en el texto se emplea también la expresión Estados Unidos Mexicanos. La Constitución vigente, promulgada en 1917, establece que el nombre oficial del país es Estados Unidos Mexicanos. La unión de tales estados y la creación de la federación, lo que conlleva a obligaciones y derechos; por decirlo llanamente, todos juntos pero no revueltos.
Sin embargo hay obligaciones nacionales, que es importante mantener y fortalecer para el avance de nuestra nación, están directrices, son leyes puntuales, comprendidas y aceptadas que nos dan esta calificación de Republica.
Pero no son las leyes establecidas, respaldadas por un marco jurídico serio y formal sino las leyes de facto, las que perturban los causes nacionales. Como aquella que dice que la educación debe ser extremadamente pobre en calidad y en oferta ante la demanda de la sociedad. Para muestra un botón; en estudios realizados recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se evidencia la deficiente educación en México. Según el programa de para la Evaluación Internacional de Alumnos PISA (por sus siglas en ingles) Dos de cada cinco estudiantes mexicanos de 15 años (39%) se ubica en los niveles inferiores de desempeño (1a y 1b por debajo de 1), éstos jóvenes poseen competencias lectoras insuficientes para aprender y participar de forma eficaz y productiva en situaciones de la vida real. En tanto, 55% de los alumnos mexicanos se coloca en los niveles 2 y 3, lo que refleja que poseen competencias mínimas para comprender, emplear y reflexionar lo que leen y usarlo en situaciones reales. Sólo 6% de los jóvenes mexicanos de 15 años se ubican en los niveles más altos de desempeño en lectura. La conclusión es clara, 95% de los estudiantes tienen competencias insuficientes o mínimas.
Particularizando, en el estado de Veracruz según los datos arrojados por el Gobierno Federal a través la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) que realiza la Secretaria de Educación Pública, nos demuestra que los datos no son diferentes, el porcentaje de alumnos de nivel secundaria en el Estado que tienen un nivel de comprensión y conocimiento insuficiente o elemental en las ramas de Matemáticas, Español y Geografía es de 82.8%, 82.7% y 67 % respectivamente. Si este dato pudiera entrar en polémica por el argumento de que algunos planteles en zonas marginadas en derivación de su situación histórica bajan el promedio de los niveles de aprovechamiento, tendríamos que agregarle que en una muestra de 3117 instituciones a lo largo del Estado con una escala que va desde muy bajo a muy alto, en su grado de marginación, el 87% de las instituciones tienen en sus matriculas alumnos con niveles insuficientes o elementales de conocimiento en estas áreas. 8 de cada 10 alumnos están reprobados y 9 de cada 10 instituciones tienen estos alumnos, donde la calidad de la enseñanza que se ofrece, queda en entredicho.
Hace años, era ofensivo oír decir que quienes eran egresados de instituciones veracruzanas, al aplicar en para la obtención de trabajos en el centro o el norte del país, sus solicitudes eran desechadas de inmediato, ya que sabían al bajo nivel de preparación que les respaldaba.
Los programas vigentes para el mejoramiento de la educación, pareciera que condenan a las generaciones que comprenden niños y adolescentes de 4 a los 15 años de edad, que en este momento habitan Veracruz y que no estén en el 11% de las instituciones públicas o privadas que en la entidad, tienen una oferta educativa con grado óptimo según los estándares internacionales actuales y los índices nacionales deseados.
Beatriz Pont, analista de educación de la OCDE, manifestó que la mejor alternativa para que un país como México salga de la crisis es “invertir en educación y en el desarrollo de las capacidades de su población” para enfrentar de mejor manera los problemas de desempleo. “Se está generando un desempleo muy grande y éste toca a la gente con bajos niveles educativos y eso genera problemas y tensiones de cohesión social” que hay que tratar.
Se forma un círculo vicioso: si no hay educación no hay gente preparada, no hay conciencia política ni ciudadana, la población es más propensa a la delincuencia. Si a esto se le agrega las pocas oportunidades de empleo, existe migración y más delincuencia. ¿Cómo subsanar dichos problemas? Rousseau, Montesquieu y los ilustrados dirían que mediante la educación, de esta forma la sociedad avanzaría en su conjunto, sin olvidar apoyar a la cultura y tener fe en ésta. Aristóteles complementaría: “educación universal para democracia universal”. Y a la historia nacional tendríamos que referir: ¿Acaso no Lázaro Cárdenas creó el Instituto Politécnico Nacional para formar a técnicos que ayudaran a los problemas nacionales; como por ejemplo, el desarrollo de la industria petrolera?
Pitágoras dijo, “Eduquen a los niños y no será necesario castigar a los hombres”
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